A veces pienso
qué habría sido de mi vida
sin el calor que me dieron
las primeras palabras de acogida.
Y las nanas cantadas
mientras me
arrullaban
los brazos de mi
madre…
Y ahora,
cuando ya me voy marchando,
poco a poco,
¿Qué habría sido de mí
si no hubiera sentido que la vida
es una sustancia
siempre por descubrir,
que hasta el fondo
debe ser explorada
con la razón dispuesta
y el corazón en brasas.
Mi corazón cantaba
buscando tus
pensamientos
como el polen busca
al viento.
Creo que mi vida
no hubiera sido posible
-ni siquiera merecería recordarla-
sin tantas emociones encontradas.
Ya que sólo
atravesando las pasiones
se alcanza la más
intensa emoción:
el pensamiento.
El pensamiento nace
y se hace con palabras
y éstas, una a una,
van dando forma al alma.
Hay palabras hermosas
que en el fondo del corazón
han crecido a sus anchas,
con las que vamos sembrando
lo que somos, lo que queremos ser.
Escogí para ti mis
mejores palabras
las más sinceras, las
más honradas y verdaderas…
Porque no es insignificante
el más oscuro no o el más radiante sí
cuando en mi corazón
se aloja el compromiso,
cuando ya la certeza me posee,
ese sí o ese no, han hecho, a veces,
un largo recorrido
que ha penetrado, con pasión,
todos mis sentidos para llegar
a convertirse en un sonido breve
pero con una sonoridad
repleta de matices.
Alcalá de Henares, 5 de agosto de 2021
El texto se publicó en el año 2012 y las fotografías realizadas en el año 2010, creo que es la primera vez que aparecen en "EL CANTO DEL RAITÁN", les ha llegado el turno de salir de los archivos del olvido.
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