jueves, 25 de mayo de 2017

Cuando me muera, quiero ser tierra de ladera







No quiero cuando me muera
alejarme de los bosques.
¡Quiero quedarme en la tierra
y ser mantillo del suelo!


Quiero permanecer
como las hojas del roble
en el lindero del monte:
¡las hojas que no han huido!


En el cerro humedecido,
sobre las hojas muertas,
quiero sentir el llanto de la lluvia
que hace temblar las estrellas.


¡Quiero mirar los trigales
ver cómo granan sus espigas
y cubrirme de amapolas
cerca de los encinares!


Cuando ya ni siquiera
mi corazón  persista:
será toda luz mi voz  callada
en su silencio errante.


Cuando me muera, quiero
ser tierra de ladera
para poder deslizarme,
lentamente, sobre el suelo


hasta llegar rendido
al borde del camino
por donde un día
hubieron de pisar
tu corazón sangrando y mis suspiros.

 26 de Julio de 2012
bajo el seudónimo de Raitán

Alcalá de Henares, 24 de mayo de 2017
Texto e imágenes realizadas por Franziska.
No recuerdo haberlo publicado. 

lunes, 15 de mayo de 2017

PINCELADAS POETICAS








AUSENCIA

Cuando aún estamos frente a frente:
la ausencia inexorable llega
pues es implacable la derrota
si buscamos retener lo que nos huye.




SURREALISMO

Sin saberlo
estás abriendo una ventana
                   al subconsciente
que atrapa la ocasión para enfrentarte
a  un hecho desterrado
pero que  vive y reclama su derecho
a habitar en tu vida y tu consciencia.




PAISAJE
Es un misterio el olivo.
No sabemos cuando canta
ni qué es lo que le espanta
cuando el viento se encabrita.


Los juncos de la ribera
peligrosamente hunden
sus raíces en el río.
Un viento feroz azota
las sombras que los cobijan.



LIBERTAD

La libertad tiene un precio:
las cadenas invisibles
que llevamos adheridas
en los abismos del alma.



Alcalá de Henares, 15 de mayo de 2017
Pinceladas poéticas de Franziska realizadas para
EL CANTO DEL RAITÁN
Como siempre, echo mano de mis fotografías.







martes, 9 de mayo de 2017

LA LLUVIA Y LA MALEZA




Maleza es igual a mala yerba
porque así lo dice el hombre.
Todas las hierbas son buenas.
Es un invento de los campesinos
que se esconden tras una excusa
                        cualquiera…
La lluvia y la maleza se dirigen hacia el monte.
¿Qué pasa tras de las lomas donde la maleza
asoma sombreando el horizonte?

Dime si sabes qué es una mala hierba.
No lo digas del revés porque tú nunca lo ves.
Nunca verás lo que ocurre
cuando llegas a la cumbre
y te encuentras con un gato
que vive dentro de un zapato.
Un zapato viejo y grande
de un gigante del pasado.

Y la lluvia ¿dónde está?
Pues la lluvia ahora vendrá.
Correrá colina abajo:
no mojará las ancas de las mulas ni los palos
de los antiguos pastores 
que sembraban girasoles
y al amanecer cantaban sus colores al día
igual que si fueran sandías 
que crecen en el barranco
donde canta el loro blanco
 todas sus majaderías.

No calles, es un favor que te pido.
 Lo único que espero
es que guardes las distancias porque aquí
nada se alcanza 
si no le llenas la panza.
De este cordón nació un acordeón famoso
donde algunos aseguran 
que cantó sus salmos el rey David
mientras escuchaba distraído 
el canto de la perdiz.

Como en todos los cuentos,
acabo feliz y contento.
Me voy a comer ahora
un suculento estofado
de perdices de Alcañiz.

Al son del canto del perejil
me he de limpiar la nariz.
Si yo cantara más alto
lo sabría mi vecino Mustaf.
Mustaf, por las mañanas,
se asea en la palangana
y con el agua que sobra,
prepara una pepitoria.

Ya he echado fuera el serrín
que guardaba en mis neuronas.
Me porto como una mona
y me voy a Barcelona.
Un calentón surrealista
me expulsó de la autopista
        y por eso estoy aquí,
al lado del río Henares,
en la cuna de Cervantes.

Alcalá de Henares, 10 de Mayo de 2017

Texto surrealista realizado por Franziska durante un taller de literatura con el profesor Alberto Cubero Mellado. No he juzgado muy consecuente incluir mis fotos. Ya será suficiente tarea seguir el alocado texto escrito según las normas, de un tirón, sin pensar y sin rechazar ninguna idea, este es el resultado...



martes, 2 de mayo de 2017

El dinero es el dios que adora el corazón de los hombres





En ese altar sin nombre,
sin patria y sin bandera
pues está en todas partes:
creo ha llegado a las selvas,
no hay vileza que no se justifique,
honor que no se pise,
inocencia que sea respetada,
dolor que se venere.

Hoy tengo un día para el viento.
Ese viento que se lleva las quejas y las deja
en un lugar sombrío y apartado.
Donde aún no habitan los oídos
ni se escucha el sonido del céfiro.
Donde los lamentos se alejan
en busca de un puerto sin muelles,
marinos, veleros ni gaviotas.



Solo hay que preguntarse por qué
Confucio, Buda, Mahoma y Jesucristo
no han conseguido lograr que los fenicios
-inventores del juego más sucio conocido-
se fueran a habitar otro planeta.
¡Podrían haberlo intentado, como treta!

A los fenicios les ocurrió igual
que al resto de los hombres,
inventan, siempre inventan
cosas para arreglarlo todo.
Arreglaron sus problemas de ese modo
pero sembrar…
                                sembraron un mal
que no tiene acomodo en la conciencia.



Alcalá de Henares, 2 de mayo de 2017
Texto e imágenes realizadas por Franziska para
EL CANTO DEL RAITÁN