Tenía un
talego
colmado de sueños.
Poseía una
bolsa
repleta
de historias.
En mi mochila
llevaba
el pan de
la vida
y todo el
espíritu
Todo
en un fardo
-bien
atado y prieto-
te lo
envié
rumbo a
las estrellas
por un
cauce lento.
¡Cuánto
más vacía
se quede
mi vida
más habrá de
pesarme
no haber
intuido
-con arte
o con gracia-
lo que tú
buscabas:
ese
anhelo loco
que tú
acariciabas!
En aquel
amanecer
cuando
nos cruzamos,
bufaba
un mal viento.
Te miré,
asustada.
Me
observaste, inquieto.
¡No sé
qué pensabas!
¡En aquel
camino
no volví
a encontrarte!
¡Quiero
que los sueños
vuelvan a
habitarme!
Llenaré
otra bolsa
con
muchos recuerdos
y en mi
costal limpio
un nido con
pan para el alma
y un vino,
agridulce, para tu cantar
no lo
dudes, siempre los tendrás.
Es tarde
ya. Todo está oscuro.
Para el
reencuentro
se ha
pasado el tiempo.
La
ocasión perdida
es una gaviota
con las
alas rotas
que gime
en las sombras,
que
agoniza a solas.

Alcalá de Henares, 18 de febrero de 2019
Texto e imágenes realizadas por Franziska para ser publicadas en "EL CANTO DEL RAITÁN"
Alcalá de Henares, 18 de febrero de 2019
Texto e imágenes realizadas por Franziska para ser publicadas en "EL CANTO DEL RAITÁN"