viernes, 20 de mayo de 2022

En la periferia de mi esperanza

 



 

En la periferia de mi esperanza

                  bailaba sin ritmo

                  aquel ardiente deseo

                  nacido en el devaneo

                  de chimeneas sin fuego

–selva de urbes sin techo-

que conducía al camino ciego

del suburbio sin ciudad.

 


Palabras extrañas

del desasosiego huraño.

Bailar a destiempo,

torpe ritmo y movimiento.

 


La nieve, como una costra,

invade mis pensamientos.

Hace tiempo que no acierto

en encontrar la palabra

que exprese lo que siento.

 

 


¡Cuántas veces he llorado

por un deseo frustrado!

¡Mas cuando el tiempo ha pasado,

he reído al recordarlo!

 


Vivo como si fuera una niña Peter Pan

que no quiere ser adulta

y que nunca lo será.

 


Una vida paralela he tenido que vivir

pues fui madre y luego, abuela:

cosas que, puestas a hervir,

no caben en la misma cazuela.

 


Fantasía y Realidad

discrepan todos los días.

Una, no admite aquello

que no se pueda medir, contar o pesar.

 

Se enoja la Fantasía

pues no quiere aceptar

que mil gramos sean un kilo

y  cien kilos, un quintal.

 


¿Cómo se puede vivir en paz

con estas dos damas?

He descubierto que mi mente

está con las dos de acuerdo.

 

Así es que, con la Realidad me levanto,

y con la Fantasía, me acuesto.

 


Alcalá de Henares, 20 de mayo de 2022

Texto e imágenes realizadas por Franziska.

 

 

 

 

 

jueves, 12 de mayo de 2022

Mente y cuerpo

 


 


Juntos fuimos concebidos.

Crecimos en ilusiones,

afanes y esperanzas.

Aprendimos a querer

y supimos a la par

que no tiene sentido odiar.

 

Tú naciste para mandar,

pensar y organizar.

Nací para obedecerte.

En mí están los sentimientos

más elementales,

y he de reconocer

que no es fácil cumplir

tus ineludibles órdenes.

 


Soy el dueño del gusto,

el tacto y el olfato

y hasta mis oídos llegan

los sonidos más estridentes

y las melodías más bellas.

 


A través de mis ojos

llegaron a codificarse

multitud de colores

y centenares de estrellas.

 

¡Pero está este cuerpo maltrecho

de plegarse a tus caprichos!

Arguyendo que tú eres

El Ente Razonador

me impones mil cortapisas.

 


Mi cuerpo no razona: obedece.

No piensa, pero no es inconsciente.

Disfruta los momentos de euforia

pero también se agota en el trabajo,

                  soporta penas y dolor.

 

Tu cuerpo cree,

con una fe que maravilla,

que su directora es altiva,

despiadada y exigente.

 


Jamás valora lo que sale bien.

Sólo ve los errores.

Impone sus conceptos

del bien y del mal,

del blanco y del negro

y del gris sin final…

 


Si ella no me mueve,

me quedo parada.

Si ella se enfada,

me siento confusa.

Si ella está contenta,

habré de reírme.

 

Decide si debo dormir o velar

e impone si puedo querer o soñar.

Tirana como tú no he visto otra igual,

no consigo que me dejes tranquilo,

concédeme, siquiera, un respiro:

 


¡Una hora tan sólo sin cerebro!

 

¡Libertad, sólo eso…

Sesenta minutos es bien poco,

querría saber cómo se vive una hora

sin pensar ni mucho ni poco!

¡Libertad, sólo eso…por favor,

sesenta minutos, es bien poco!

 

Alcalá de Henares, 12 de mayo de 2022
Texto publicado por primera vez el 6 de febrero de 2003.  Las fotografías se realizaron en el 2018 en el Museo del Vidrio de la ciudad de Alcorcón que es único en España.  Añado, como siempre, que el texto y las fotos son originales y realizadas por mi.

jueves, 28 de abril de 2022

MI QUERIDO ÁRBOL SOLITARIO

 


Mi querido árbol solitario,

siempre que el viento te balancea

se oye, al unísono, el bisbiseo

inquietante de  crespones y sedas.

 


Eres una imagen fija en medio del camino

como un reflejo dormido en el recuerdo:

eres, tal vez,  la evocación de un sueño

perdido en la memoria del pasado.

 


Sobre tus ramas se han deslizado,

a millares, las gotas de lluvia

y también algunos rayos

te han hecho temblar

en noches ebrias de luz y de misterio.

 




Azotado fuiste por el aquilón y el cierzo

en los gélidos inviernos del ayer.

También la brisa ha besado

 tus ardientes  hojas

en las cálidas noches del verano.

 


Impasible has visto pasar el tiempo.

Frágil  es la sombra que ahora ofreces.

Tus hojas secas son canto de tus sienes.

Sin notarlo, has ido acumulando días, meses y años.

 


Un añoso ejemplar llegando al límite:

un árbol centenario, eres.

Sin embargo tu corazón aún presta asilo al canto

y a los nidos de alondras y vencejos.

 

 


Ahora no temes al viento huracanado.

Eres humilde y consecuente y es por eso

que nunca alardeas de cuántas primaveras

has vuelto a renacer llenándote de flores y de frutos.

           


Cada noche, sonríes con cariño a las estrellas

porque estás vivo y una savia eficaz y laboriosa

sostiene todavía tu tronco y sus raíces.

Que tu fin está cerca, lo presientes.

 


Me parece, querido árbol, que tú has sabido

aceptar la soledad en grata compañía.

Has querido retoñar y darte en cada rama

con el mismo aroma y alegría

 


que florecen las matas del romero

y deslumbran las flores del cantueso.

 


No sé por cuanto tiempo

tus raíces hundidas en la tierra,

resistirán el paso del polvo del destierro.

 


Por eso, quiero que hoy sepas

que si  me alejo y tú te quedas,

no voy a enterrar tu tronco en el olvido

porque pensar  en ti, evocarte,

 


es como cumplir los ciclos naturales.

Volver de nuevo a tener alas.

Ser, a la vez, estrella, viento y paraíso.

 

 


Alcalá de Henares, 28 de abril de 2022

TEXTO Y FOTOGRAFÍAS REALIZADOS POR FRANZISKA

 

ESCRITO para el “Club de las letras mágicas”

Tema:  una carta dirigida a un árbol. Fecha 6/01/2014

Propuesto por Julia Enciso

 

 

jueves, 31 de marzo de 2022

LOS POETAS MENTIMOS MUCHO

 
Los poetas mentimos mucho
porque la realidad
tiene poco que ver con la poesía.
 
Lo que yo escribí se leerá entre comillas:
 
“Allí te amé.
En los oscuros peldaños,
el viento se movía entre tus pies.
Resplandecía la luna
sobre las farolas del puerto.
Entonces, los días errantes
marcaban mi camino”.
 
La cruda realidad era:
 
Allí te amé –eso es verdad-.
En la escalera del metro
había un olor a algo sucio:
podría ser un rancio olor a pies.
Estaba muy nublado
seguro que la luna
no se ocupaba de nosotros
pero, sobre el pavimento,
sí estaban ya encendidas las farolas.
Entonces mis días de parado
no me permitían estar quieto en ningún lado.
 
“A veces, amanece
y hasta mi alma está cubierta
por el rocío de mis lágrimas.
Resuena el mar tan lejano
y una gaviota se descuelga
de tus brazos en niebla.
Allí te amé.”
 
A veces, cuando llega el día
me despierto con una pesadilla
y creo que tu cabeza
reposa ya sobre mi almohada
y que son tus ronquidos
lo que me ha conmocionado.
Así es que cambio de postura
y seré yo quien siga roncando.
 
“Fue un instante pero te amé.
Te estoy amando aún
y, a veces, envío mis besos
navegando en veleros a buscarte.
Naves perezosas
que nunca habrán de llegar
a su destino.”
 
¿Por qué voy a negarlo?
Me enamoré.  Y, ahora,
no sé cómo huir de esta trampa.
A veces, te he enviado mis besos
en los correos de Internet
pero debo cometer algún error
al escribir tu dirección de el Hotmail.
 
“¿Por qué son tan tristes los muelles
cuando arriba la noche?
Sin embargo, la luna siempre asoma
y posa en mí sus celajes de sueño.
Con sus ojos tremendos
me mirarán las estrellas de fuego.
Yo aún amo tu piel de cereza.”
 
¿Por qué es tan triste dormir en un banco?
El cansancio me agota, al fin me duermo
¿Por qué se quedaran sin apagar
en toda la noche
 los faros de un  coche?
Con sus ojos tremendos
 parece que me acusan.
Aún amo el contacto con tu piel
eso que tu barba hirsuta, raspa un tanto.
A ver si un día de estos vas y te rasuras.
 
“Quizás las olas esta noche
querrán entonar tu nombre
como yo lo recuerdo.
Aquí te amé.
Fue un instante eterno.”
 
Quizás las cigüeñas esta noche
querrán parpar tu nombre
dormido en mi recuerdo.
¡Será posible que ya no sé cómo te llamas!
¡Hace ya tanto tiempo
que perdí mi agenda de recuerdos!
 
Alcalá de Henares, 5 de agosto de 2012
Franziska
 
Reeditado hoy día 31 de marzo de 2022 en Alcalá de Henares, en el lugar que mis modestos medios me permiten BLOGGER.  
 
 
 

domingo, 20 de marzo de 2022

¡QUÉ ME FALTA?



Vivimos escondiendo las llagas

sangrantes que nos dejó la vida.

Tras de una sonrisa las congelamos

dándoles aspecto de armonía.

 

No queremos que nadie pueda verlas,

por eso,  las vestimos con colores de huerta:

del pardo apagado al rojo presumido

parecen petirrojos en su nido.

 


Hoy he puesto en escena mi autoestima.

Es óptimo mi estado de salud.

Mi agudeza visual y auditiva es aún

casi perfecta, increíble.

 

Es verdad que mi memoria falla, a veces,

pero también lo es que aún recuerdo

muchos números de teléfono…

y que guardo millares de palabras

nunca dichas…

 


y las recién inventadas retozan en la lista

de las más solicitadas.

Llenas de significado y novedosas

se exhiben y se portan como las mariposas

 


Así, buscando una excusa tras de otra,

camino confiando en la ceguera ajena.

Si mi corazón se muestra fatigado,

será porque camino muy aprisa.



¿Qué me falta?

Me falta la luz de la esperanza.

Me falta la paz en los costados.

Me sobran los golpes recibidos.

No quiero mirar más esos ojos

que se enojan conmigo.



Alcalá de Henares, 20 de marzo de 2022

NOTA:

Texto realizado con fecha 5/02/2013 que supongo habré publicado. Han transcurrido nueve años.  Las fotografías. son actuales.

 


miércoles, 9 de marzo de 2022

Confusa…

 

 

 


Con la sonrisa asomada

en el balcón de mi cara,

me desperté desojada.

 

¡¡¡Dios existía

y había parado la invasión

de Ucranía!!!

 

La Ley de Dios exigía,

en su primer mandamiento,

el amor al prójimo

sobre todas las cosas.

 

Si no se cumple ese precepto

tampoco le amamos a ÉL.

 

Los altos mandos del ejército.

Las tropas por tierra, mar y aire

y toda suerte de mandatarios y gerifaltes

 

estuvieron, por una vez, de acuerdo.

Impusieron:  “NO A LA GUERRA”

“La Paz es nuestra única contienda”

 

¡Había estallado la Paz!

 

Me incorporé, solo era un sueño.

Sentí frío, tiritando,

retorné a la cama

tenía fiebre y deliraba.



 

Alcalá de Henares, 8 de marzo de 2022

Texto e imágenes realizadas por Franziska

 

 

 

lunes, 14 de febrero de 2022

Murió como las aves

 


Amanecía.

Las piedras: unas,

como puntas de lanza;

otras, pulidas y amistosas.

Los cristales del hielo blanquiazul

 

                       amenazantes.

 


Los pinsapos desperezándose

para calmar el dolor de la tierra

alargaban sus ramas intrincadas.


Los ojos  de la luz iban poniendo

cada hierba en su lugar exacto.

Sobre la cumbre un águila vigila.

Certera ejecuta su ritual de  caza.

 


Mi corazón se ha fatigado

pero restablece gozoso sus latidos.

 

Sometidos por una luz tiránica,

mis ojos se entornan.

Las sombras se estiran,

hacen de la opacidad su imperio incesante.


 

El camino mostraba yerbas muertas:

como el amor herido.

Flores liliáceas sin abrir

y azucenas agostadas, hace tiempo.

Arándanos rojos, ya maduros.

 


Al borde del abismo, he parado.

He vuelto a sentir el abrazo de mi padre.

No huyó solo para salvar su vida.

Murió como las aves,

la libertad no se negocia.

 


Hacer frente a la opresión

 es un derecho de los hombres.



 Alcalá de Henares, 14 de febrero de 2022

Texto e imágenes realizadas por Franziska

19 de noviembre de 2017, 

se publicó en alguno de mis  blogs. Las fotografías son inéditas.