En la
periferia de mi esperanza
bailaba sin ritmo
aquel ardiente deseo
nacido en el devaneo
de chimeneas sin fuego
–selva de
urbes sin techo-
que
conducía al camino ciego
del
suburbio sin ciudad.
Palabras
extrañas
del
desasosiego huraño.
Bailar a
destiempo,
torpe
ritmo y movimiento.
La nieve,
como una costra,
invade
mis pensamientos.
Hace
tiempo que no acierto
en
encontrar la palabra
que
exprese lo que siento.
¡Cuántas
veces he llorado
por un
deseo frustrado!
¡Mas
cuando el tiempo ha pasado,
he reído
al recordarlo!
Vivo como
si fuera una niña Peter Pan
que no
quiere ser adulta
y que
nunca lo será.
Una vida
paralela he tenido que vivir
pues fui
madre y luego, abuela:
cosas
que, puestas a hervir,
no caben
en la misma cazuela.
Fantasía
y Realidad
discrepan
todos los días.
Una, no admite
aquello
que no se
pueda medir, contar o pesar.
Se enoja
la Fantasía
pues no
quiere aceptar
que mil
gramos sean un kilo
y cien kilos, un quintal.
¿Cómo se
puede vivir en paz
con estas
dos damas?
He
descubierto que mi mente
está con
las dos de acuerdo.
Así es
que, con
y con
Alcalá de Henares, 20 de mayo de 2022
Texto e imágenes realizadas por Franziska.