Todo
pasará, las cosas van y vienen.
Siempre podemos sembrar
un paraje de ilusiones
que
crecerán mirando al sol
y regarlas con las risas frescas
de las mañanas de domingo
llenas de luz y halos de misterio.
Los amaneceres, volverán a tener
un sentido y un afán sinceros:
algo así como el vuelo salvaje de las aves.
Dejaremos
los sueños en la almohada.
Así, a la
mañana siguiente,
será como
el aseo de la mente:
enérgico
cepillado de propósitos
Pisada
firme, mirada sonriente,
no ha de ponerse el sol sobre tu frente.
Encontraré
en la vida lo que busque
yo sé que
mi destino aún espera
así es
que rápido, a la calle,
en este invierno
puede
estallar la primavera.
Nos
pondremos el mundo por montera.
Ya no
dirán que me escondo de mi misma
con los
ojos cansados para ver las estrellas.
No dirán que mi vejez temprana
se ha
tornado amarilla y es toda canas;
que caen,
con precisión, de mi reloj
una gran
cantidad de horas muertas.
Dirán,
para nuestra alegría
y nuestro asombro,
que todo
el mundo
oye nuestros versos
que los
mayores
tenemos derecho al universo
que
han dejado de escucharnos sin atención,
como
quien oye llover, si no hay tormenta.
Empieza
el fin de la incomprensión.
Se
acerca, a pasos agigantados,
la era de
todos los derechos del mayor.
Alcalá de Henares, 29 de julio de
2012
Raitán
......................
Alcalá de Henares, 7 enero de 2019
Texto y fotos realizados por Franziska
Nota.
Han pasado más de seis años desde que fue escrito y creo que los mayores, poco a poco, vamos dejando oír nuestra voz porque nuestra vida no concluye con la juventud, seguimos vivos... los recuerdos son un tesoro pero la vida es actividad, movimiento e ilusiones. Han pasado ya unos cuantos años sobre las fotografías y esto se percibe muy bien: en todo se acusa los efectos del paso del tiempo.